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Síntomas: la dificultad de escucharnos

Blanca llegó a consulta muy angustiada. Tenía mucha sensibilidad hacia un sinfín de "síntomas" que aparecían en todo su cuerpo. Se trataba de molestias en la boca, en articulaciones, sensaciones energéticas por la piel. O de una angustia grave cuando alguien cerca hablaba de cualquier enfermedad. La gravedad no eran tanto esas señales sino la profunda angustia, miedo, pánico, que se apoderaba de ella, y que la llevo durante un largo período a recorrer un viacruces de especialistas que "nunca" encontraban nada. La angustia era tanta que le llevaba a recluirse, llorar, e incluso no poder dormir.

Desde la perspectiva MCI, éstas señales, así como el miedo que acompañaba, requería otra lectura que poco a poco fue aflorando. Una y otra vez fuimos desvelando como trás cada momento de síntomas, angustia y tensión, se escondían situaciones dolorosas y de miedo relacionadas con sus relaciones importantes. Su madre. Su padre. La posibilidad de dejarlos para hacer su vida con su pareja. Cada vez que se presentaba un paso importante hacia el proyecto común, estallaban los síntomas. Debajo, Blanca aprendió a leer su miedo y angustia por abandonarlos, desde el reconocimiento de un profundo sentimiento de lealtad que en ella es un valor importante. Después aprendió a reconocer esa lealtad heredada, en una familia donde los hijos se habían hecho cargo de sus padres, y en especial de sus madres, en circunstancias muy difíciles. Cuando esto sucede, el sistema familiar reconoce una "deuda" y alguien, en este caso Blanca, asume pagarla quedandose en casa o sintiendose culpabe si hace su vida.

Cuando estas alteraciones del orden suceden, no son manejables mientras son inconscientes. Sin embargo cuando el desorden se hace evidente- y Blanca reconoce su miedo a dejar a sus padres pero tambien su determinacion a hacer su vida-  empieza la posibilidad de sanar y reordenar las cosas. Como? Desde la perspectiva MCI esto requiere que Blanca experimente en si misma como es actualmente su relación con su madre hasta descubrir que siguiendo sus pasos- sacrificarse por su propia madre, la abuela de Blanca- nadie se siente aliviado. Al revés, la madre se siente culpable como madre por verla así. Por ver que noa caba de dar pasos con su novio. Y que no está bien.  Ella multiplica sus sintomas cada vez que intenta sin lograrlo aliviar a su madre. Y su madre, al verla, se pone peor. Cuando se desenmascara el patron relacional y la inutilidad de repetirlo eternamente sin éxito, inicia el cambio. Cuando Blanca pudo empezar a soltar su responsabilidad excesiva, pudo empezar a tomar su propio proyecto de vida. Poco tiempo después decidieron irse a vivir juntos. Y más adelante, casarse. La madre, sorprendentemente, no está peor. Blanca siente que ahora su relacion con ella es más sana, aun siendo estrecha como siempre. Pero ha aprendido a ponerle limites.

Sin embargo no fue esta la única dificultad que hubo que afrontar. Cunado un conflicto relacional se manifiesta con este tipo de síntomas, hay sin duda una dificultad para reconocer lo que va mal, lo que nos afecta. Lo que nos enfada. Y esta falta de conciencia o control sobre lo que nos pasa, expresado en síntomas físicos, provoca mucho miedo. Muchísimo. Y la sensación de ser algún tipo de "bicho raro" al que le pasan cosas inexplicable. Por eso en este caso, el trabajo de conciencia corporal- emocional fue determinante. Poco a poco, situación trás situación, Blanca aprendió a indagar en sus momentos de miedo, más allá de las señales físicas. A perderle miedo al miedo. A dejar de creer el disco rallado de su cabeza que siempre le contaba que algo terrible podía sucederle. Aprendió a buscar situaciones externas que habían podido activar el proceso. Una y otra vez, en terapia y en su casa, aprendió a gestionarse en esos momentos.

Otro aspecto importante de la terapia realizada se refirió a sucesos transgeneracionales. Una de sus bisabuelas, de la cual se hablaba tan poco que ni se recordaba su nombre, habia muerto de manera traumatica, trás una larga enfermedad. Esto fue traumatico en especial para uno de sus hijos, el abuelo de Blanca, muy pequeño por aquel entonces, y muy unido a su madre. Nadie le dijo nada ni durante la larga enfermedad de su madre ni cuando esta fallecio. Durante ese periodo, el niño experimento un profundo miedo con consecuencia de muerte, algo que no pudo integrar ni hacer el duelo. Se quedó bloqueado en él. Cuando Blanca lo trabajo en terapia, experimentando el dolor del niño y como ese hecho le afectó toda su vida, y pudo hacer el duelo pendiente,  le llegaron informaciones de confirmacion de parte de sus abuelos sobre lo sucedido. Según MCI, estos nucleos traumaticos son transmitidos a través de la memoria celular y se repiten, como en este caso, en forma de desproporcionado pánico a la muerte ante cualquier sintoma que pueda significar enfermedad. Cuando son liberados, mucha parte de esta carga baja en la paciente, como asi ha sucedido.

Hoy, aunque el proceso sigue, Blanca ha experimentado un embarazo relativamete normalizado, a pesar de las múltiples ocasiones de "asustarse" que han podido darse. Cuando se han dado, han sido manejadas por ella, sin mayores trastornos.